Ilusionista de sueños, ensoñador de ilusiones, imaginador de cuentos y componedor de versos, decía, entre la nostalgia de sus bulevares: "Ocultándome en ‘el universo de la ilusión y en la magia de los sueños’ que puedo recrear con la pluma de mi imaginación, conseguí alejarme de la cruda, despiadada y perversa realidad". (Ángel González "Rusty Andecor)
La belle dame de la Seine recorre las calles de
París, para encontrarse con su poeta, en el Sena.
Quizá su equipaje contenía lo que había prometido
a su amigo para hacer… un largo viaje. (Casualmente, encontré la pintura que,
según la leyenda, describe a la Dama)
(Dicen que "cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia". Por eso, si algún indicio o seña de este cuento parece estar relacionado con algún acontecimiento o personaje real, es evidente que no es más que una casualidad. Es la imaginación del autor de este relato y la leyenda que pude recuperar y tal vez mitificar, la que me llevó a darle vida a este suceso)
Cuentan que una vez una dama muy hermosa y elegante hizo un largo viaje, desde un “universo muy lejano”, y llamó a un viejo poeta, amigo suyo que había conocido mucho tiempo atrás, para agradecerle y reconocerle el afecto y la devoción que tuvo hacia ella, al hacerla su musa y la inspiración de todos sus poemas. Por ello le pidió reunirse, para poderlo ver en un lugar de la eterna y romántica “Paris la Belle”, en… un
encuentro en el Sena.
Cuentan que, habiendo acordado ya la cita, precisamente allí en una orilla muy cercana al “puente de las artes”, aquella “Dama del Sena”, como la leyenda la llamaría después, recorrió presurosa las calles y bulevares de París, para encontrarse con el viejo poeta y poder entregarle “algo más” que el testimonio de su gratitud, contribuyendo así al deseo de ambos de hacer realidad sus sueños, el de verse un día la magia del Sena.
Dicen que, llegado el momento, cuando se produjo el encuentro en el Sena (*) comenzó a oírse un bello vals que tocaba un acordeón y cuya música parecía llevar al escenario de aquel lugar el sentir y la sensación de una mágica sonrisa. Porque fue ese vestigio y esa visión la que percibió el viejo poeta cuando el vals cobró el momento más intenso: el rostro de aquella hermosa dama sonriendo mientras parecía ofrecerle, con el resplandor de su sonrisa… su perseguido sueño. (* hacer clic para oír el vals)
Había transcurrido un tiempo, tal vez inconmensurable para el poeta y para la dama. Quizá el tiempo no formaba parte de la necesidad o de hacer posible la felicidad de aquellos seres que se habían encontrado. Quizá el encanto era solo un instante súbito e inapreciable o precisamente un hechizo que había detenido el tiempo, y al que seguiría el principio de… un sueño eterno.
Cuenta la leyenda que en aquel instante, en que la proximidad de los dos enamorados se producía, bajo el cielo de París y las luces aún del crepúsculo del atardecer, y sobre el romántico puente de los enamorados, junto a la mirada sonriente de la dama podía verse un presente que, de su mano, ésta ofrecía al poeta; parecía... ¿una rosa de mazapán?. Entonces, muy despacio, el poeta comenzó a acercarse a su bella dama para coger aquello que tanto le atraía y también para envolverse con el perfume y el sabor de su sonrisa y que ahora veía en aquella aparición.
El Puente de las Artes (“Pont des Arts”) p Puente de los candados. Es el puente más romántico de París
Lugar de la barandilla del puente de los candados,
en donde y según la leyenda el poeta debió contemplar
la imagen de su ilusión, para lanzarse después al Sena,
al querer abrazarse a ella.
Dicen que aquella escena se sucedió entre el transcurso en que las luces del atardecer caían y el anochecer estrellado y sereno, sobre aquel“pont des arts”, y en el marco de la quietud de las aguas tranquilas y oscuras del Sena. Y dice la leyenda que, mientras el poeta se acercaba a la imagen de su dama y contemplaba su sonrisa y el resplandor de su semblante, ella no dejaba de invitarle para unirse a un abrazo, en tanto que el mágico escenario que formaba la visión de la dama parecía alejarse hasta quedar suspendido encima de las aguas del Sena.
Pasarela de madera del ”Pont des Arts”, animado por
músicos y artistas, ajenos esa noche a un viejo poeta
que se apresura a saltar por la balaustrada
del puente para alcanzar su sueño.
Y fue entonces cuando, sin ser consciente de lo que hacía y dejándose llevar por el impulso de su propia mano, que se extendía hacia adelante como para querer conseguir abrazar aquella visión, olvidándose del escaso espacio sobre el que se hallaba en el puente, el poeta desafió sus límites y no dudó en ir tras su ilusión y saltar al vacío.
El poeta había reconocido “la música de la voz de su dama”, que le decía, susurrándole: “Estoy aquí, mi viejo poeta, mi eterno amigo del alma; pues comprendí que tenía que venir a este lugar, a las orillas de nuestro amado Sena, para encontrarme contigo y para darte las gracias por no haber olvidado tu querido destello y haberlo pintado en tus versos, como la dama de tus sueños. Por eso, te ofrezco este presente, el que tengo en mi mano, porque sé que con él puedo endulzar tu corazón y aliviar tu pena, la que tienes desde que comprendiste que nuestro amor es imposible y solo puede ser un sueño y su destino está aquí, en las profundidades del Sena. Y por eso te traigo mi sonrisa, porque si la abrazas puedes fundirla con la tuya”.
Cuentan que alguien pudo contemplar en las oscuras aguas
del Sena, esa noche, la imagen de esos dos rostros muy
unidos y juntos a ellos la cola plateada de una sirena.
Cuentan que, mientras el poeta, en su afán de unirse al abrazo y seducción de la sonrisa de su belle dame, no pudo evitar perseguir esa imagen, ni precipitarse después sobre las frías, apacibles y tenebrosas aguas del Sena, y sumergirse dentro de sus profundidades. Y cuentan que la música de aquel vals dejó de escucharse, produciéndose después un silencio estremecedor.
Dice la leyenda que quienes se encontraban aquella noche en las inmediaciones del lugar del suceso y los que pasaron muy de cerca, embarcados en los bateaux que navegaban por el río, pudieron contemplar, sobre las oscuras aguas, la imagen de dos rostros muy unidos que sonreían felices. Aunque algunos observaron cómo junto a ellos podía distinguirse la cola de una sirena que se movía también, al compás de las aguas.
Un amigo que conoce la historia, pudo conseguir esta foto
del acordeonista que toca el vals cada tarde, en el puente.
Y se dice, además, que quienes se acercan al lugar, en la medianoche, a la misma hora en la que todo aconteció, y también en sus proximidades, cada noche se oye la música de aquel mismo vals, el del "encuentro en el Sena", aunque no se sabe de dónde procede, pero esta vez interpretado, no por aquel acordeón, sino por el sonido de un piano, cuyas notas expresan una profunda, aunque bella tristeza. Algunas noches, cuando hay luna llena, se oye el canto también muy triste de una sirena; como si quisiera decir algo cuando suena aquella música. Y en el puente, muy próximo al lugar junto a la barandilla en donde el poeta se lanzó al Sena, al querer buscar el abrazo de la imagen de la Dama para unirse con ella, suele encontrarse, allí sentado, sobre las tablillas de madera y cada atardecer, un acordeonista que toca aquel vals, imitando con toda su fidelidad la melodía y con el mismo aire y sentimiento con el que, según se dice, se oía cuando se produjo “el encuentro” entre los dos amantes.
Daniel Pipard, “Le Peintre du Pont des Arts”,
fue quien reprodujo el retrato de “La Dama del Sena”,
aunque esta foto (de Robert Doisneau) no corresponde
a la ejecución del retrato, sino al de una bailarina.
Soy Rusty Andecor, músico retirado y componedor de versos, aunque eso sí, como eterno aprendiz. Lo cierto es que, además de conocer la leyenda, tengo un amigo que quedó también fascinado por los acontecimientos de esta historia y sé que se adentró en el lugar del “encuentro” y en el ambiente que rodeaba al momento en que la dama y al poeta se reunieron. Mi amigo Bernard, al que conocí aquí en Coria donde vivo, hace unos 30 años cuando ejercía su actividad docente en un centro de la ciudad como traductor de francés, y que vive desde entonces en París, muy cerca del Sena, se ocupó de averiguar que un artista llamado Daniel Pipard, el que aparece en la foto, pintó el retratode quien, coincidiendo con los rasgos y la expresión que la identificaba, parecía que debía tratarse de la Dama del Sena. Mi amigo Bernard indagó, preguntando al pintor ya retirado, y éste le dijo que su aparición ante él se produjo, curiosamente, ya después del suceso que debió acontecer tras “el encuentro”, según se supo de aquellos que contemplaron después los vestigios aparecidos sobre las aguas del Sena. El artista le explicó que el retrato era un encargo que ella tenía que entregar a cierta persona, aunque no llegó a tener tiempo de conocer la identidad de ésta, ya que al terminar el trabajo, pudo darse cuenta que la dama había desaparecido. El retrato se lo compró un pintor que vino exclusivamente preguntando por él, al parecer sin haberlo visto anteriormente. La foto reproducida pertenece a una colección del prestigioso fotógrafo parisino Robert Doisneau, llamado “El pescador de imágenes”, aunque quizá el momento de la ejecución de ese retrato no corresponda con la del de la pintura de la Dama del Sena.
Me sorprendió la sonrisa de aquella dama y la que vi en
el auténtico retrato, con... algo que ofrecía de su mano.
Esa imagen de la Dama del Sena... ¿podría corresponder a la que aparece en el Café de París?¿o es... una ilusión?
El artista que lo adquirió, según parece, vivía en Barcelona y solía exponer los caballetes con sus retratos en el Paseo de las Ramblas. Hay un hallazgo que yo tuve la suerte de encontrar, precisamente en ese paseo, en una ocasión durante una visita que hice a esa ciudad. Me llamó la atención el retrato de Audrey Hepburn. Pero junto a él, había otra imagen: una dama que sonreía y que mostraba algo que ofrecía en su mano derecha. Me sorprendió la composición tal y como la recordaba, según la leyenda de la Dama y, cuando me interesé por el cuadro, el artista me respondió que se trataba de la Dama del Sena y que el autor del dibujo era un colega suyo de París llamado Daniel Pipard. Pude fotografiar el caballete con el retrato y los demás que allí colgaban, y también el artista de espaldas. A la mañana siguiente volví para investigar sobre el origen del retrato y por si podía adquirirlo, sin importarme su precio. Pero el pintor ya no estaba allí y no pude encontrarlo por más que indagué. Encargué a una amiga mía que hizo también una visita después a Barcelona que lo buscase; le di una copia de la foto que hice, pero ella tampoco encontró al artista.
En frente, mi amigo Bernard, dirigiéndose al lugar del
del encuentro durante la tarde en que allí nos embrujamos
con la atmósfera de aquel puente y de su leyenda
A decir verdad, nunca más se supo del regreso de la dama ni del poeta a un nuevo “encuentro en el Sena”, como tampoco se volvió a oír el vals que tocaba aquel desconocido acordeonista, aunque tras muchas indagaciones supe de un vals titulado “Anette”, cuya melodía era completamente idéntica a la que se escuchó aquella noche en que la dama y el poeta se encontraron en el romántico “puente de las artes”, sobre el Sena. Y lo cierto es que, hace pocos meses hice una visita a París, vi a mi amigo Bernard y los dos estuvimos una tarde, hasta muy avanzada la noche, disfrutando de aquel hermoso puente. Quisimos buscar la atmósfera de aquella noche e imaginar el suceso, o tal vez su ilusión. Pero antes tuvimos ocasión de ver y hablar con René, el acordeonista, que nos llevó al lugar en que, según se dice, se produjo el momento en que la belle dame de La Seine llevó a le vieux poète hasta las frías aguas del Sena. Allí, René solía tocar su acordeón, interpretando algunas de las musettes y de los valses con el sabor más parisino. Cuando lo encontramos, no parecía dispuesto a contarnos nada de lo que él podía conocer de aquella historia, pero supimos encontrar su punto débil cuando le preguntamos por el vals del "encuentro". Nos dijo que lo aprendió de un viejo acordeonista que había conocido años atrás y que también lo solía interpretar en el mismo lugar. Al parecer, el viejo, que por desgracia ya había fallecido, conocía algunos detalles más de la leyenda, tales como que el nombre de la Dama del Sena eraAnnette, y por esta razón alguien, o él mismo, compuso aquel vals.
Borraron sus nombres para evitar que el maleficio de las
Sirenas celosas de su amor les enviaran alguna desgracia,
mientras que dejaron una frase que decía: "amantes para
toda una vida de amor infinito"
Y finalmente… hay un rastro que nos queda de “la legénde des amants de la Seine”, el del misterio de los candados. La tradición dice que los enamorados que se juran amor eterno en el puente de las artes, llevan un candado allí y graban sus nombres o iniciales antes de cerrarlo. Lo atan en el enrejado de la barandilla, a veces con una cadena, y lo cierran, tirando la llave al Sena. El compromiso queda sellado con un abrazo y un beso, para significar que su amor va a perdurar por los siglos de los siglos. A veces, los enamorados borran después sus propios nombres para evitar que el maleficio de las sirenas celosas de su amor les envíen alguna desgracia. Se sabe que el ayuntamiento de París los hace desaparecer cada cierto tiempo para preservar la estructura del puente, pero cada mañana, después que los empleados de limpieza hacen su trabajo, el candado de la dama y el poeta aparece enganchado en el mismo lugar. René nos contó que, la última vez que se hizo este "asalto" a la tradición del juramento de los amantes, se quedó allí vigilando toda la noche para ver quién llevaba y ataba el candado del "encuentro en el Sena" en el sitio en donde siempre estaba. No pudo darse cuenta de cómo apareció de nuevo; quizá fue un descuido por el sueño, pero allí volvía a aparecer el candado del amor, con la fecha en que volvía a renovarse el juramento, el 10 de abril de 2010, y una frase que decía "amantes para toda una vida de amor infinito". Los nombres estaban borrados, pero René nos hizo ver el rastro de las palabras dame y La Seine.
Mágico momento de la noche y lugar en donde debió producirse la ilusión del abrazo de los amantes del Sena
Bajo el cielo de París
y sobre el puente de las artes,
en la magia de una noche
y a la espera de un encuentro,
cuando el vals sonó en abril
cortejando a dos amantes,
un silencio sobrecoge
y es seguido de un lamento.
que al correr tras un destello,
una voz se desvanece
y se dice que en el Sena
en sus aguas se fundieron.
("Rusty Andecor")
Nuestro amigo René suele colgar, junto al candado que se supone pertenecen a la dama y al poeta, estos versos que yo escribí para darle más poesía a la leyenda y que aparecen en francés así:
Panorámica nocturna del "pont des arts", en el momento
en que debió suceder el desenlace del encuentro en el Sena.
Sous le ciel de Paris
et sur le pont des arts,
la magie d´une nuit
et l´attente de´une reunión.
lorsque la valse sonnait en abril
deux amants courtiser,
une crainte silencieuse
et est suivie par une lamentation
que de courir après un flash
s´estompe la voix
et il est dit dans la Seine
fondu dans l´eau.
Ángel González
"Rusty Andecor"
Despierta, viejo amigo, vive alerta en esos sueños,
que hay sirenas que nos llaman, que nos cantan,
las seguimos y jamás ya somos dueños.
Una vez escribí:"Hay que ser prudente y precavido con los sueños, pues nuestra sensibilidad, sutileza y turbación pueden crear un desvarío en nuestra imaginación y fantasía. Hay que estar alerta y procurar despertar de esos sueños cuando la distorsión entre nuestras ilusiones y desencantos nos tienten y nos lleven al infortunio de la fatalidad. Si permitimos que las sirenas nos entusiasmen con su canto y dejamos que llamen en nuestros sueños con tal fuerza y fascinación, no podremos evitar seguirlas ni encontrar el camino de retorno a la realidad".Puede que ese viejo poeta, nuestro protagonista del cuento, le ocurriera algo parecido y se dejase arrastrar por el hechizo de aquella dama. Puede que ni siquiera se diera cuenta de que ella era la Sirena del Sena, la que con su canto le llevaría el desvarío de su imaginación y la distorsión de sus ilusiones. Quizá el viejo poeta se viera tan atrapado en sus sueños y en la fascinación de su Dama que... no pudo evitar seguir a su sirena "la dama del Sena", ni encontrar el camino de retorno a la realidad".
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Cuidado con los besos que nos cantan las sirenas,
nos hechizan, pues nos miran ruborosas;
con su encanto nos seducen, pues se saben son hermosas,
que acarician zalameras y consuelan nuestras penas.
Hay sirenas que nos llaman
con su música y su canto,
nos dominan los sentidos,
nos cautivan con su encanto.
Quería deciros, a los que halláis leído este cuento, que… sin pretender llegar a ser... empalagosamente pretencioso con esa decoración "aparentemente refinada"y cursi de mis versos del alma (esa poesía sin rima ni medida que “aparece escondida” aquí y en lo que escribí para el Café de París), tengo para vosotros este"carrusel de imágenes y de ilusiones", sugerente y envuelto en la pintura de un Sena nostálgico, unas veces encantado de su cocktel de luces y champagne, y otras lúgubre y fantasmagórico del ocaso de su crepúsculo; que me lleva, con sus aromas nocturnos y su música pletórica de melancolía, al recuerdo de una vieja promesa con la que habría de haber empapado mi identidad en aquellas aguas dibujadas con penumbras e impregnadas de valses perfumados de acordeón. Porque... ese maravilloso Sena y su ensoñado "encuentro"con la fantasía de mi destello, puede llevar, a quienes quieran entender mi corazón romántico y a los que conserven además la ilusión de sonreír cuando contemplen algunas de estas panorámicas y sus detalles, a penetrar en esamágica caja de música llena de recuerdos y de esperanzas... llamada Café de París.
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(Panorámica del puente de los candados, con la torre Eiffel al fondo)
(El Puente de las Artes "Le Pont des Arts", en una tarde de niebla)
·Versos... en el calor de una tarde de veranoVersos... a un otoño florido de nostalgias
El perfil de Rusty Andecor
EsRusty Andecor, ilusionista de sueños y ensoñador de ilusiones, "aprendiz de poeta” e "imaginador de cuentos", aunque su nombre real es Ángel González García.
Dice de su profesión : Maestro “que lo fue”, gestor de “futuros”, que hace ya algún tiempo dejó de serlo, músico retirado (porque dejó el piano, que la “guitarra” le dejó a él); y -como dice- se atreve a hacer de "componedor de versos", que suele dedicar a un “universo” lejano y para cuyo oficio se solía inspirar en un lugar llamado "Café Venecia", con el increíble "telón de fondo" de aquellos personajes surrealistas que lo frecuentaban, pero que desapareció hace ya tiempo.
Siempre le gustó que la gente con la que trabajaba fueran sus amigos. Le gustaba compartir el "universo de sus musas", el silencio de su "boulevard" y la música de fondo que él le ponía. Ahora... ya no es lo mismo; algo desapareció. Siempre le gustó la fascinación de Audrey Hepburn y la magia de“Desayuno con diamantes”. También le gustaba soñar con los "besos mojados de lluvia" y con sabor dulce de "rosa de mazapán". Y solía ofrecer a sus “amigos con alma sensible” sus "reflexiones", de vez en cuando, y sus mensajes anuales de Navidad, además de su álbum de "la música más hermosa del mundo".
Y suele decir: "Me gusta ir los viernes al Copacabana y al Candilejas"de cañas", con la familia y los amigos. Me pirla el "Ribera Duero" o un buen "Rioja". Me encanta preparar cubatas de ron "con un toque de limón" a mis incondicionales. Y no me pierdo, cada año, esa visita al "Jazz Vitoria" con mis amigos, ni a la "Cuesta de San Vicente" la mañana del concierto"
Le apasiona la música de Vivaldi, Teleman y, muy especialmente, Chopin. Me encanta oír a los Dire Straits y Mark Knopfler, Eva Cassidy, Diana Krall, Patricia Kaas; pero, sobre todo, le gusta oír esta música en sus Jbl. Y aún sigue escuchando a The Beatles y a sí mismo en Los Agaros¡qué tiempos aquellos!
Le encanta el buen cine y siempre recurre a ver alguna de "mis películas favoritas", esas de las que os doy detalle, en un espacio más abajo.
Le gusta leer a Gabriel García Márquez y a Pablo Neruda. Pero también le gusta leer a Edgar Alan Poe.
Pero, sobre todo, dice "me gustan los "colores" de ese "mundo maravilloso", que está "ahí fuera", detrás del paño que se pone, a veces, delante de tus ojos y de tu corazón".
Ha escrito algunas obras literarias que no ha llegado a publicar porque no encontró un editor con un presupuesto que se ajustase a sus posibilidades económicas. Sin embargo, sus trabajos están editados en formato pdf y a disposición gratuita de sus familiares y amigos, a los que pueda interesales.
Las obras literarias escritas hasta la fecha son:
Diccionario de un coriano.
"Versos para el atardecer" (Colección de 40 poemas)
"Mis reflexiones y cartas a mis amigos con alma sensible"
Índice de los espacios literarios (Cuentos, poemas, reflexiones, cartas y otro tipo de ensayo)
"Es la rosa de un destello, la que busco en mi recuerdo; y el aroma de mi cuento que perece en el olvido, y el color de aquella imagen que acabó tan desteñida. Es la rosa de mi sueño y el adiós que se ha perdido" (Rusty Andecor)
Hacer clic en el título del espacio literario que interese:
Citas literarias sobre "el paso del tiempo" (Un hito que en estos último años... me obsesiona)
No es el tiempo el que pasa, pasamos todos nosotros (Anónimo)
Se dice que el tiempo es un gran maestro; lo malo es que va matando a sus discípulos (Héctor Belioz)
Seamos indiferentes a la crueldad de la rapidez en que se mueve el tiempo, vivamos y disfrutemos el presente que nos depara el hoy y no dejemos de poner nuestra parte de ilusión en el mañana (Rusty Andecor)
El tiempo es el mejor autor; siempre encuentra un final perfecto (Charles Chaplin)
Me interesa el futuro porque es el sitio donde voy a pasar el resto de mi vida (Woody Allen)
Me gusta pasar los años en tus ojos (Diana Krall)
Lo mejor es ser indiferente al tiempo y a su maquinaria inalterable para marcar los años, sobre todo, esos años que nos quedan por vivir, que son los mejores.(Dijo Rusty Andecor a Manuel Melado en su jubilación)
El placer y la actividad hacen que el tiempo parezca breve (William Shakespeare)
No paséis el tiempo soñando con el pasado y con el porvenir; estad listo para vivir el momento presente (Mahona)
Hay un "buen destino" que mueve las manillas de nuestro reloj del tiempo. Y debemos vigilar el "mal destino" que puede manipular esas manillas en contra de nosotros(Rusty Andecor)
El día es excesivamente largo para quien no lo sabe apreciar y emplear (Johann W. Goethe)
Si el tiempo es lo más caro, la pérdida del tiempo es el mayor de los derroches (Benjamín Franklin)
"El tiempo solo se detiene si su reloj deja de funcionar. Nuestro reloj no es automático; debemos darle "cuerda" cada día, para que no se pare; debemos ajustar su maquinaria de vez en cuando, para que no se "averíe" su movimiento; y debemos limpiar el cristal de su esfera, para que no dejemos de ver el rumbo horario de nuestro destino" (Rusty Andecor)
Las entradas más visitadas en este blog durante la última semana
Desde el pasado viernes 18 de febrero aparece publicado el contenido íntegro de "EL DICCIONARIO DE UN CORIANO" en el blog que lleva su nombre y cuya url es http://eldiccionariodeuncoriano.blogspot.com/, pudiendo activar su acceso desde esta dirección o desde un enlace previsto en el mismo título del espacio que se encuentra en el blog actual, como muestra -aquí- de algunas de sus voces y expresiones. Es decir, una vez activado su espacio desde su índice o desde el registro de archivos, el contenido íntegro del diccionario se activa haciendo clic en el título del espacio. Además, se podrá acceder al prólogo y a la introducción del mismo, así como un anecdotario de dedicatorias y agradecimientos.
Progresivamente, se irán incorporando las voces y expresiones nuevas recogidas desde la publicación de la última edición inscrita en el Registro General de Propiedad Intelectual en el 18 de noviembre de 1997, en Madrid con la clave 1997/40496 y con número de R.P.I. CC-374.
Ángel González
Rusty antes de ser aprendiz de poeta era aprendiz de pianista
Clic en la foto para ver al genial Elton John, al piano, en una de sus canciones más hermosas con una grata compañía
Mi musa de inspiración
Pulsar sobre la imagen
Debajo, Rusty con sus amigos del Jazz Vitoria, junto al Celedón.
Después de recitar el tradicional poema al Celedón, publicado en este blog. Respondiendo a un visitante, y de izquierda a derecha: Antonio, Juani, Angel (Rusty), Blanca, Bolivia y Rafa. Naturalmente y en el medio: el Celedón
Momento en que Rusty recita el poema al Celedón, en la Plaza de la Virgen Blanca, ante la concurrencia de cientos de vitorianos
Amigos tratando de planificar la jornada del día del Concierto, antes de su "ronda" a la Cuesta de San Vicente (quizá "tramando")
Los 6 amigos del Jazz Vitoria, satisfechos y relajados, al día siguiente del concierto
Homenaje a mis "amigos con alma sensible"
Sirva este grupo de amigos para representar a todo el resto de compañeros y amigos de nuestra Dirección Provincial y nuestros queridos Caiss
Último encuentro en Trujillo con mis amigos con alma sensible el 17 mayo 2010
De arriba hacia abajo: Manolo Melado, Inés, Manolo Gómez, Belén, Domingo, Ricardo, Mercedes, Miguel, Pedro, José Manuel, Ángel, Manolo Moreno, Carlos, Modesto, Isabel y Carlos Sandoval.
Érase una vez, hace ya mucho tiempo, los cuñados David, Rusty, y Luis, trataban de poner orden...
Haciendo limpieza de fotos en el blog (porque tenía mucho "peso"), borré y borré; peero esta foto no la pude quitar.
Me gusta escribir a la ilusión, porque en la ilusión hay esperanza, y hay nobleza y honestidad; y porque, ocultándose en el "el universo de la ilusión y en la magia de los sueños" que puedo recrear con la pluma de la imaginación, me puedo alejar de la "cruda, despiadada y perversa realidad. Pero, sobre todo, me gustan los colores de ese mundo maravilloso que está "ahí fuera", detrás del paño o el vaho que se pone, a veces, delante de nuestros ojos y de nuestro corazón.