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... Y en mis sueños, también, me veo navegando bajo la inmensidad de la luz de luna. Y ella me cuenta una historia muy hermosa y me dice desde lejos, ruborosa,
que un lucero muy brillante la hechizó. |
A veces, cuando suelo quedarme embelesado en mis lánguidos y
solitarios atardeceres, manipulando “mi reloj” del “tiempo de las rosas rojas y
de la flor de iris“, suelo ver, en mis sueños de la noche infinita, las estrellas diminutas y lejanas,
y les sonrío, porque aquellas “damas” fulgurantes del mágico universo parecen
mis amigas y me cuentan sus leyendas y también sus desencantos. Luego, ellas me
sonríen, pues me guiñan con su luz, y yo sé que están conmigo.
Y entonces intento escribir, pintando con el pincel de mi
corazón, el azul de mi poesía, y nada me impide oír el color nostálgico de
aquella “música más hermosa del mundo”, y busco un mensaje en “esa melodía” de siempre, que es mi
cómplice y que tanto me entiende.
Y entonces,
se me ocurre componer estos versos:
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Es ella, vestida de azul, sobre rosas y grama; estrella en el cielo, allá como un hada |
La luz de tus ojos la tuve
en mis versos del alma.
Llevaba colores risueños
y aromas en calma.
Después me envolvió tu silencio
y lloré la crueldad de tu olvido
y en mis sueños …
te vi en la distancia.
Me gusta mirar las estrellas,
en las noches oscuras, y al alba;
les cuento mis penas, a solas.
Les pido que endulcen mis lágrimas,
y entonces…
me guiñan y me hablan.
Yo sé que un “destello” me mira,
vestida de azul, sobre rosas y grama;
deslumbra en el cielo, allá como un hada,
Yo sé que se fue sonriendo, muy lejos,
y yo soñaré…
que es mi amada.
Rusty Andecor, "aprendiz de poeta"
Me dormiré en los brazos de la luna.
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Me perderé entre ese rojo de tus rosas |
Te buscaré en el silencio de la noche
y en los azules, allá en el
infinito.
Y en las estrellas, en
todo su derroche
y en un reloj de un tiempo, ya marchito.
Me perderé entre ese rojo
de tus rosas,
y entre tu magia, que es tu
mayor fortuna
Y soñaré en tus miradas
amorosas,
mientras me duermo entre
los brazos de la luna.
Rusty Andecor, eterno "aprendiz de poeta"
Un hada visitante de este espacio, tal vez, desde ese universo tan lejano como las estrellas que moran donde se acaban los colores; quizá, antes de dormirse entre los brazos de la luna, me envió este poema suyo:
Hoy mi alma te gana como el azul malva del
horizonte
el
tacto de tu Mirada
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Un hada de color malva, que sueña desde una estrella muy lejana, en donde se acaban los colores. Ella escribió este poema. |
Hoy bajan
las nubes primaverales
de las
montañas más altas,
con las
gotas de lluvia en sus manos,
a contemplar
el claro azul como el cielo
que tienen
tus ojos abiertos
bajo la
penumbra soñolienta, siempre húmeda,
olorosa a tu
carne, quieta y blanda de la tarde.
Hoy sueño que tus brazos y tus dedos tan
anchos
pidiendo de mí
estar
siempre conmigo
consumiendo
momentos, años y siglos
_Como en los
surcos del camino,
los párpados
reverdecidos de las hojas de los árboles_
por todos
sitios me abrazan,
hasta que la
respiración del aire frío
vierte
amorosa en los umbrales nocturnos del paisaje,
jugoso y
dulce, el azul florecido
de las
caricias gratas de tu alma.
Porque hoy, mi amor, tus labios espesos
de espumas
de luz, de olas y de vientos conmovidos
_Sonoros
como una marejada_
que yo siento en mi cuerpo,
jugando con las esferas de mis ojos
y sorbiendo
poco a poco mis sentidos,
escriben sobre mi piel violeta,
una y otra vez,
estos versos
de colores de mayo
que buscan
dentro de ti, en el día nuevo de tu
cumpleaños,
por las
albas nubes de tu corazón dormido,
las alas
ligeras del Tiempo delicioso
de una mañana larga y clara
que va dorando todas las estrellas en punta
de la luna
blanca, lúbrica y agazapada
En tu sabrosa, sonora, y brillante
Mirada.
Y me basta…
Un hada Malvazul