De los sueños dijo Rusty Andecor:
"El futuro representa la apología del iluso, aunque, tal vez, la consecuencia de su ideal por el que se empeñan los que, con la enseña y estandarte de sus ilusiones, ponen rumbo a la isla de sus sueños".
"El teatro de la vida no sería mágico si no te convencieras de que siempre ha de haber en él una dosis equilibrada de sueños y de locura, y de que precisamente... tú formas parte de la magia de ese teatro".
Pero los sueños... esos que nos vienen de allá del confín de los mares, de sirenas tan hermosas y vestidas de corales, con sus tules transparentes, sus adornos y collares; esos sueños, enfundados en la música, que nos llegan del mensaje de sus cantos, de países tan remotos y de exóticos lugares... esos sueños, no debemos dejar que nos fascinen y nos turben los sentidos y confundan sus lindares.
Hay una complicidad de felicidad en los niños cuando ven a dos adultos que se abrazan porque comprueban que se aman y son también felices. Se produce entonces la sonrisa del alma. |
Hay
sonrisas que guardamos y tenemos preparadas
para entregar a quien queremos
hacer feliz.
Es la ilusión, la que vemos en su sonrisa, la que
hace irresistible ese regalo que tanto nos complace. |
Y no se puede
buscar la felicidad encerrándose en
una burbuja, envuelta en la fragancia de un hada;
es mejor quedarse en la intemperie y rodearse,
si es preciso de tus rosas
amigas.
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Y de la felicidad fue Louise M. Normand quien dijo: "El secreto de la felicidad reside más bien en darla que en esperarla" y Scheweitzer quien pensó: "No sé cuál será mi destino, pero sé una cosa; y es que los únicos verdaderamente felices serán los que hayan buscado y hallado el modo de servir a los demás".
Que, a propósito de aquel proverbio africano que decía: "Después de haber recorrido el mundo entero en busca de la felicidad, te das cuenta de que estaba en la puerta de tu casa", Rusty Andecor dijo: "Los placeres terrenales y del sentido nos aturden, nuestros deseos y sueños disparatados nos abruman y nos confunden; porque resulta, finalmente, que la felicidad es algo más cercano y sencillo que la ambición de nuestra condición humana".
La felicidad
también está cuando encuentras el consuelo de
la desdicha, el infortunio o el
desencanto que has padecido.
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Que, recordando la cita de Marco Aurelio: "Se necesita muy poco para tener una vida feliz; todo está dentro de ti mismo, en tu manera de pensar", fue Rusty quien dijo: "Pues es lo cotidiano y lo insignificante lo que se acerca más al corazón que la magnificencia del lujo y de los placeres frívolos y mundanos", pues "La felicidad está en la paz de la conciencia y en la tranquilidad de la sencillez de la vida y no en la opulencia o en la festividad que anhelan nuestros instintos".
Que... "La felicidad debería entenderse como un regalo que te ofrece un ser humano, sin esperar nada a cambio ni pedirte la más pequeña gratitud, porque será tu donante el que encuentre parte de esa felicidad cuando te haga llegar lo que te ofrece".
Que... "Podemos ser felices en la medida que podemos olvidar el dolor de nuestros malos recuerdos".
Fue uno de esos "ramalazos" de ocurrencia al estilo "cursi y empalagoso" que suelen darme, como Rusty Andecor, aprendiz de poeta, cuando pensé: "La felicidad es la caricia gozosa que produce el aroma de una sonrisa cuando penetra e inunda la caja mágica de música que hay dentro de nuestro corazón".
La sonrisa feliz de tres amigos, además de cuñados, en el marco incomparable del acontecimiento de una boda, forma parte de esos instantes felices que son los que más nos agradan y gratifican |