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Clint Eastwood (arriba) y Rusty Andecor (debajo) se sienten "inundados con la canción" del vinilo que escuchan. |
"Cuando escucho aquel vinilo,
siento el impulso de mi desahogo;
quiero inundarme con tu canción,
noto un desvarío en mi mente,
y no encuentro más consuelo
que sentir aquella música
inundarme de su escena
y de su fascinación". (Rusty Andecor)
El disco de vinilo es el icono azabache y redondo. en cuyos surcos quedaron inmortalizados los más
grandes artistas de la música. Su erótica esencia y su sensual envoltura es el
irresistible “objeto de deseo” de su eterna amante la aguja, que sueña acariciar con su diamante los secretos de su corazón, para crear el milagro del sonido de la
música, de sus notas y de acordes, y el color de su mensaje en su ilusión.
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Desde el viejo gramofón al modernísimo lector, todos llevan, en secreto, su romance entre la aguja y el vinilo |
Y ahora, después de tantos años, creo que el vinilo es el marco que esconde ese escenario imaginario, con los matices y sabores de aquella nostálgica música, de aquella lejanísima canción, que contaba una fascinante historia; pues no era otra que la del "romance entre la aguja y el vinilo", que vivieron sus amores en un viejo gramofón.
En cuanto al próximo "Encuentro Internacional de Amigos en defensa del Vinilo", todo está listo para el
comienzo de nuestra jornada conmemorativa; la que, como ya anuncié, celebraremos en Coria, en el marco de ese auditorium improvisado en “Villa
Viento”, en un lugar muy cercano a nuestra ciudad.
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Blanca y Rafael, "amigos del Vinilo", hacen sus adquisiciones en Granada, para presentarlos en el "IV Encuentro". |
Y aunque en el post anterior, publicado en este mismo blog el pasado 25 de julio, hacíamos una crónica evocadora de las ediciones anteriores del evento y la referencia al encuentro de este año, he decidido continuar el avance de esta celebración cultural, por razones del entusiasmo mostrado por todos los que integramos este "particular y selecto club de amigos del vinilo", como puede verse con la ilustración de las imágenes que aparecen aquí insertadas.
Recordamos, pues, el origen de nuestros encuentros conmemorativos. Ya que la idea de la celebración melómana surgió entre varios amigos que compartíamos nuestra pasión por el disco de
vinilo, deseosos de saborear una nostalgia dentro de la expresión artística que
representaba ese disco, viendo cómo su cultura parecía perderse, en tanto que coincidíamos en nuestra preocupación por contribuir a recuperarla.
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Norha, entusiasta también del vinilo, con algunos de sus LPs |
Fuimos los “amigos en
defensa del vinilo” quienes pusimos nuestra ilusión, desde aquella Primer Encuentro en 2008, con la idea conmemorativa, por defender una cultura
musical que siempre había girado alrededor del vinilo y por reencontrar,
nuevamente, las virtudes de una calidad de sonidos más auténtica y menos
tecnificada.
Porque fuimos los “amigos en
defensa del vinilo” quienes, a los largo de estos años, con nuestros encuentros, reivindicamos el
derroche de un ritual vinilo-gramófono que muchos melómanos no hemos olvidado y que a veces se ha asemejado a una especie de romance entre la aguja de la gramola y el vinilo.
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Antonio, otro forofo del vinilo, con su equipamiento, recordando parte de su colección de vinilos. |
Y en esta ocasión, después de una pausa que ha durado cuatro años, en ese 4º Encuentro que se acerca, con la esperanza, aún puesta, en la llegada de algún invitado de honor a la velada, pero felices porque, eso sí, estaremos todos nosotros, los “amigos
del vinilo” se preparan entusiasmados, llevando sus reliquias de vinilo o alguna que otra nueva adquisición, incluso algunos con sus viejas gramolas (como puede verse en las fotos), para celebrar su merecido homenaje a ese “mágico
disco” que, sobre el nostálgico plato, bajo el peso de la aguja y su amoroso roce, aún de girar y girar… y girar, no sólo esa
noche del 29 de agosto, sino..., al menos, “siempre en nuestra imaginación”.
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Viejas gramolas de Esther (arriba izquierda), todavía "dando caña" con un disco de Tom Jones, y el de Pachi (derecha y abajo) Por cierto, éste último un "Columbia", una pieza de museo |
Finalmente, y seguro que saboreando ya nuestra cercana, emotiva y entrañable velada, prevemos que no desaprovecharemos la
ocasión para admirar las impresionantes imágenes de las portadas de esos long
plays que tanto nos han cautivado siempre, como tampoco perderemos esa ocasión para evocar la semblanza o anécdota que quizá nos debió proporcionar aquel viejo vinilo que quedó en nuestro recuerdo. Pero sobre todo, tendremos la mejor oportunidad para disfrutar del milagro de poner en marcha nuestras gramolas y
platos-tocadiscos, para gozar después de esa maravillosa estampa de ver cómo gira
y gira… y gira ese vinilo, mientras, seguramente, su música también hará girar el carrusel de aquellas viejas escenas en nuestra imaginación.
Ángel González "Rusty Andecor"
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Algunos famosos en su época, entusiastas de sus vinilos y sus gramolas. Vemos a Audrey Hepburn con un vinilo entre sus pies y recogiendo uno de Carlos Gardel titulado "Recuerdos". En medio y debajo Elvis Presley, con su uniforme de las Fuerzas Aéreas, y debajo, dispuesto a poner uno de sus discos favoritos. Marilyn Monroe, arriba y debajo, nos dice: "Cariño, voy a ponerme algo más cómodo y algo de música sugerente" |
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Todo vale para disponerse cómodamente a escuchar un vinilo. Marlon Brando, con la compañía de su gato, con los 2 discos sen la mano, el que quita del plato y el que va a poner. Sofía Loren hace lo mismo con sus vinilos, pero con un cigarrillo en la boca y muy a gusto en su postura. Lauren Bacall, mientras escucha, parece estar ausente (quizá pensaba en Bogart). Por su parte, Steve Mc Queen, con los discos desparramados por el suelo y a punto de hacer sonar su elegido. |