Homenaje a la belleza de la música, a su poesía y a su ensoñación. (Ensayo literario)

Las musas Clío, Euterpe y Talía. Clío, musa de la historia.
Euterpe, musa de la música. Talía, musa del teatro y de
la poesía bucólica. Representan la inspiración para
quienes creamos el arte de la belleza y para quienes
nos impresionamos o conmovemos cuando la percibimos

"Hay algo en la música que obviamente está más allá del lenguaje mismo. Es comunicación en su forma más pura"
(Metthew Bellamy)
  

"En la música es acaso donde el alma se acerca más al gran fin por el que lucha cuando se siente inspirada por el sentimiento poético: la creación de la belleza sobrenatural" 
(Edgar Allan Poe).

LA MÚSICA. Comunicación, más allá del lenguaje. Inspiración, más allá del sentimiento poético, quizá donde la belleza solo existe en la irrealidad. Indudablemente es la música, al menos para mí, la manifestación artística que mejor me comunica la esencia de un mensaje, la que más revelaciones íntimas o encubiertas me transmite, la que mejor me conmueve el alma, la que más suscita mi experiencia estética, y desde luego, la que más me aleja de la locura de la cruda y perversa realidad, y de las miserias y mentiras de su mundo. Creo que hubo mucho de toda esta motivación para hacer realidad un proyecto que tuve hace unos años y que llamé "La música más hermosa del mundo" y cuyo contenido materialicé en un blog que titulé precisamente con ese mismo nombre.
  

Quizá y solo la belleza de la música puede llevarnos al momento
sublime de la inspiración del alma y del abandono a la poesía
de la ensoñación (Óleo painted by Anna Razumovskaya)

Ciertamente, y desde luego para mí, la expresión literaria no era suficiente para satisfacer, como forma exclusiva, mis necesidades intelectuales, mi sensibilidad estética e incluso mis sentimientos y emociones. Necesitaba inundar mi mente, el silencio de mi espíritu, el abandono o entrega al ensueño poético de mi imaginación, la evocación a los escenarios del pasado, la confusión o desconcierto del presente, la incertidumbre o recelo del futuro, necesitaba como digo, llenarlo de armonías musicales y de la sinfonía de los universos secretos. Por eso recreé todo ese mundo fantástico de melodías en "La música más hermosa del mundo".
  

La nobleza, lealtad, generosidad e incondicionalidad de la
belleza de la música se puede transmitir con la armonía y la
poesía de la sonata de un cello (Óleo Anna Razumovskaya)

Dije entonces, en la introducción de mi ensayo literario-musical, "No hay mejor compañía que la del amigo noble y fiel, generoso e incondicional". Y añadí: "como esa buena música que nos gusta escuchar en los mejores momentos y que nos parece tan hermosa". Porque..., describí así su comparación: "La música es noble, porque está exenta del artificio de la vulgaridad y de lo soez, y por el contrario, está acorde con la grandeza de las emociones más sublimes". "La música hermosa es fiel, porque la fluidez de su inspiración y la permanencia de su recuerdo es capaz de mantenerse, en tus momentos difíciles, junto a tu soledad, tu desconsuelo, tu dolor o tus miserias, sin resquicio de defraudar o abandonarte". "La música hermosa es generosa, porque te agasaja con la virtud de su armonía, con la excelencia de su melodía y con la bondad de su sensibilidad". "La música hermosa es incondicional, porque jamás te pide nada a cambio, no se ofende por tu falta de atención a ella, ni te reprocha porque dejes de escucharla o la olvides". (Los textos en color azul son pensamientos o citas del autor, o si se prefiere de Rusty Andecor)
  

La música puede ser un poema sinfónico lleno
de "mensajes ocultos dentro de la música",
que inundan nuestra imaginación y fantasía.
(Painted by Gunin Alexander)

Por eso, añadí: "la música es la mejor compañía, y por eso si tienes en ella un amigo que reúne estas cuatro virtudes, guárdalo como el mayor tesoro y trata de conservarla entre todo lo que más aprecias". Quizá entonces fue un momento de la vida en que valoré más la amistad al tener la impresión o sentir el desencanto de que un amigo me había fallado o, aún peor, me había abandonado. Y entonces, dije "hay algo mejor, incluso que tener o recuperar ese buen amigo, y es esa música hermosa como una compañera noble, fiel, generosa e incondicional, como cómplice de una amistad" .
  
Y volviendo a la belleza de la música es precisamente la sublimidad de su arte, su estética armonía, lo que quisiera ensalzar de ella. Para mí, esa "música hermosa" que yo describí en los ensayos de mi blog "La música más hermosa del mundo" y en sus álbumes, es todo un poema sinfónico lleno de "mensajes ocultos dentro de la música", intensamente emotivos, que inundan la imaginación, en parte con la elocuencia y la intensidad de sus temas musicales, y en parte con el argumento que inspira el "decorado" ensoñador de nuestra fantasía.  
  

Si la música es un poema sin palabras y sin imágenes,
la inspiración ha de extraer el libreto y la imagen de
 nuestra propia imaginación (Painted by Paul Hedley)

Definida así la música, no ya en un contexto más aproximado al gusto y afinidad del perfil propio o exclusivo del autor de este ensayo, sino en el de la sublimidad de su abstracción, no me resisto a destacar su poder descriptivo desde la ilusión de su invisibilidad. Por ello, extraigo algunas de las citas con las que iniciaba la introducción de mi trabajo.
  
Y es que si Horacio decía: "La pintura es un poema sin palabras", yo pienso que "La música es un poema sin palabras y sin imágenes, pues ambas están en la magia de la ilusión, en el teatro de la imaginación". Si Stravinski decía "No basta con oír la música; además hay que verla", yo añadiría que "Para comprender la esencia y el mensaje de la música, hay que hacer un esfuerzo de imaginación, o incluso dejarse llevar por ella y hacer un viaje desde nuestra sensibilidad a ese mundo mágico de la ilusión". Y si "La música comienza donde acaba el lenguaje", que decía Ernst Amadeus Hoffmann, ni siquiera la literatura sería necesaria para expresar una emoción o un sentimiento, pues quizá las notas musicales transmiten mejor y más profundamente el mensaje que contiene la obra que el autor quiere hacer llegar.
  

El artista se concentra y se inspira en la música de su obra
para transmitir su belleza y sugerir el contenido de su mensaje.
El éxito de su interpretación dependerá además de su poder y
talento para impresionar o conmover al pública.
(Painted by Jacques-Joseph Tissot)

Lo cierto es que llegado hasta aquí, después de una introducción en que hemos disertado sobre la evidencia de que en la percepción de las notas y acordes de la música, así como en la impresión de su mensaje estético y poético, entendemos que hay mucho de recreación de su argumento en nuestra imaginación, de abandono y entrega a los caprichos de la fantasía, de emotividad y turbación de los sentimientos, y todo ello cuando escuchamos una obra musical o una simple melodía.
  
Este homenaje es, por tanto, para resaltar y destacar la estética más comprensible y manifiesta de su armonía y la elocuencia más sugerente y conmovedora de su mensaje. En definitiva, la belleza de la música y el contenido de su mensaje. Es por ello, por lo que pienso que, además de escuchar las obras musicales que contienen esa belleza, aunque también entendiendo el argumento de su mensaje, son los pensamientos y citas literarias de los distintos autores, los que nos ayudarán a comprender la fuerza de esta expresión artística denominada LA MÚSICA. Aunque, ciertamente y para ser coherente con esa comprensión... hay un autor que, desde su inspiración en la intimidad de su universo secreto, es quien más me impresiona: Rusty Andecor, un personaje literario que se esconde en mi propia identidad, un personaje que solo existe en mi imaginación.
  

El mensaje de la música nos lo inspira, a veces, la musa de
nuestra imaginación, y entonces se convierte en una pintura
de imágenes mágicas y colores fantásticos.

Leonard Berstein decía "La música puede dar nombre a lo innombrable y comunicar lo desconocido". Y añadió Rusty Andecor: "No escuchéis sólo la música, soñad con ella, con la intención de sus notas y cadencias, y con la recreación de la fantasía que dibujó "aquella vez" el universo de vuestras ilusiones".
   
Oscar Wilde dijo: "El arte de la música es el que más cercano se halla de las lágrimas y los recuerdos", añadiendo Rusty Andecor, cuando comparaba la vida y la música: "La vida es como un poema sinfónico; su música está repleta de lágrimas y risas, de suspiros y sonrisas, de aromas y colores, de sabores y de brisas". Y concluía... "y el color de sus acordes, el aroma de sus notas y el sabor de su dulzura o su tristeza se difuminan si no se impregnan de la música de la esperanza y la sonrisa". (Aclarar que los textos en color azul son las citas y pensamientos definidas por Rusty Andecor).

La escena de "Cinema Paradiso" la describe su "Love Thema" que,
según Andecor, "es una hermosa insinuación del eterno romance
entre nuestra alma ensoñadora y la imaginación romántica
que nos envuelve"

Pero quienes, como autores de reflexiones y pensamientos, compusimos nuestras citas literarias sobre la música, también pensamos que "la vida es una película llena de sueños". Así, yo mismo, desde la identidad de mi eterno personaje Rusty Andecor, refiriéndome al "Love Theme"  de la música del cine, decía que "es un romance entre el alma ensoñadora y apasionada que se debate en los colores de la ilusión y su imaginación romántica". La referencia, entonces, de ese pensamiento estuvo inspirada en el "séptimo arte", en el film "Cinema Paradiso", del que este autor lo definió como "un idilio entre el Cine y el eterno amor de dos seres humanos", añadiendo que "su tema de amor es una hermosa pintura musical que describe un cuento de amor y desamor, entre la esperanza y el deseo, la ilusión y el desengaño, la realidad y los sueños"
  

"La música más hermosa del mundo" es la melodía que tienes
guardada en la "caja de música", la que cuando abres su
tapa escuchas el violín del hada de tus sueños.

Y decía Rusty Andecor, desde la reserva e intimidad de "su mágico y lejano universo": "Cuando la locura del desencanto enajena mis sentidos y envilece el frenesí, no hay consuelo que modere la pasión; sólo templa el abrazo de mis sueños, la caricia de la música y el color de su guión". Pues son los sueños y las notas de la música, y también el color de su guión, los que dan la sugerencia a las historias que bullen en los océanos de nuestra imaginación.
  
Luego, aludiendo a la obra literario-musical que he estado citando en este ensayo, Rusty Andecor, refiriéndose también a un personaje del libreto, decía "La música más hermosa del mundo quizá no sea ninguna de la que contiene esta obra y cuyos álbumes envolví, durante años, con "mi música" y pinté con "mi literatura". Creo que "la música más hermosa del mundo" es... aquella que embriaga tus sentidos y alboroza tu espíritu en calma, y con su evocación. Yo sólo procuré traerte, durante todos estos años que dediqué a mi libro, un muestrario de melodías, la mayor parte de ellas del cine, para que tú encontrases la que te hiciera soñar".

Hay historias tan ensoñadoras, lejanas e imposibles de contar,
 como cuentos fantásticos en los que, a veces, podemos vernos,
paseando por mágicos lugares, junto a quien comparte nuestro
destino. La música es la que nos describe su libreto. 

El filósofo alemán Georg Friedrich Hegel llegó a decir: "La música debe elevar el alma por encima de sí misma, crear una región donde, libre de toda ansiedad, pueda refugiarse sin obstáculos en el puro sentimiento de sí misma". Y lo cierto es que Rusty Andecor pensó que "hay una música que sale del corazón y la inspira y la recrea nuestra fantasía cuando escuchas, desde las emociones y los sentimientos, esa melodía del cine que envuelve y perfuma la escena de tus sueños". Es así, cómo desde la descripción de las sensaciones y emociones, desde la sutileza de los matices expresados, cuando el universo de la música es definido por Rusty Andecor, cuando yo mismo me escondo en el alma de mi propia nostalgia y de mi espíritu romántico, puedo liberarme de mis artificios y convencionalismos, los que me impiden expresarme como realmente yo soy.
 

Hay historias imposibles de contar. No hay literatura capaz de
describir el cuento que se esconde en nuestros sueños. Es el
hada de la música la que interpreta desde su inspiración hasta
el escenario de nuestra fantasía y nos transmite su melodía.
(Painted by Jean-Pierre Alaux)

Música, imaginación, sueños; un trinomio que cuando se conjuga nos sugiere ese universo fantástico más allá de los rincones del alma. Aunque, ciertamente, más allá de esos rincones íntimos y secretos, a veces, solo hay soledad. Dijo alguna vez Andecor que "la mejor forma de contemplar la música es mirar a los ojos de quién está junto a nuestro destino, pues lo que importa es hacer de la vida un cuento con final feliz". Sin embargo, no siempre hay alguien "junto a nuestro destino". A veces, no hay nadie. A veces, apenas hubo alguien, o si hubo, se fue. La música se encarga de llenar ese espacio vacío. Rusty Andecor contó en una ocasión en el preámbulo que sirvió para iniciar el libreto de uno de sus álbumes: "Érase una vez... una historia de amor escondida en un sueño, dibujada en un cuento y tal vez olvidada bajo las profundas aguas de un océano muy lejano. Érase una vez... una historia imposible de contar, porque imposible fue el amor que sucedió en los lejanos confines de aquel sueño. Pero fue la música la que pudo describir el argumento imposible de la historia". Fue un tema. Fue un tema nostálgico, solemne y sublime. Un tema que nos prestaría Ennio Morricone y que con una sinfónica él mismo dirigiría en el anfiteatro romano de Verona. El tema era "Once Upon in the West".
  

"... es el vals que libera los ahogos de mi calma y que inspira
mis ensueños, reconforta mis otoños, pone acordes en mi alma"
("Elegent Soirée", painted by Jean Beraud) 

Y en ese mismo contexto literario-musical, aunque con las connotaciones emotivas y afectivas antes descritas, Rusty Andecor dedicaba estos versos:
  

"La música más hermosa del mundo"...

es la brisa que refresca mi inquietud y mi nostalgia,

mi delirio y desvarío,

y es el vals que libera los ahogos de mi calma

y que impulsa mi navío,

y que inspiran mis ensueños

y acarician con un beso mi amorío,

y es la luz que ilumina el bullicio de mi otoño

y las notas que penetran en el alma
y me templa en el cobijo más sombrío".

  

La vieja magia de la sonrisa, la que contagia a quienes tenemos
de cerca. Rusty decía "siempre hay poesía en una sonrisa, pero
también música, la música que sale de la esperanza del alma"
(Charlie Chaplin y Virginia Cherril)

Música, nostalgia y sonrisa. Es otra triple combinación que nos abre un mundo rico de matices de maravillosa melancolía pero también de esperanzas. En esta obra dedicada a la belleza de la música, la melancolía siempre se adueñó de su marco y su pintura musical, pero también de "la literatura" con la que se describía sus libretos, hasta que descubrimos (unas veces Rusty, otras yo mismo) que necesitábamos una sonrisa para el final de cada capítulo. Una sonrisa, aunque procediera del color de esa fantasía que solía envolver el contexto de cada uno de los álbumes. Una sonrisa que Rusty Andecor terminó llamando "El destello". Y es que Rusty, el personaje protagonista de toda mi obra decía "siempre hay poesía en una sonrisa", y aunque, inmerso en sus ensoñaciones, luego añadía "al menos en esa con la que unos ojos serenos, dulces o vehementes, pero sinceramente risueños, nos declaran su afecto y lo mejor de sus deseos". Incluso fue más allá, recordándonos que "el mundo sin una sonrisa estaría muerto". Es más, llegó a decir que "no hay vida en el mundo si no hay una sonrisa impregnada de la música que sale del alma"

  

"... tus alas de plata y de seda, envuelta en tu imagen violeta,
buscaron en mi una sonrisa y el hechizo en mis sueños de una
de una eterna nostalgia"

Lo cierto es que la musicalidad de la sonrisa y el contraste, a veces, de la tristeza, unidas por la fascinación de la nostalgia fue siempre un objetivo de esta obra para hacer de cada tema y de cada capítulo un poema sinfónico.

  

Rusty Andecor dedicó en una ocasión a su hada de la música, o quizá al personaje de su cuento estos breves versos:

  

"No temas volar sobre el viento

ni dejes pintar sobre azul

la esencia y sabor de tus sueños,

pues fuiste en el cielo una luz

con alas de hada en tu cuento"

  

La sonrisa es algo que siempre me cautivó. Hasta una sonrisa
triste puede hacer un milagro. Rusty decía que "El milagro de
la sonrisa  está  en hacer que lo difícil, imposible o en lo que
sueñas se convierta en realidad (De "Vacaciones en Roma")

"Quizá... de tu hechizo quedaste prendada,

y tus alas de plata y de seda

y tu música de hada encantada

inspiraron en mi una sonrisa

y el rubor de una tenue mirada".

   

Inolvidable aquella frase de Charlie Chaplin que decía: "Sonríe, aunque sólo sea una sonrisa triste, porque más triste que la sonrisa triste es la tristeza de no saber sonreír". Tanto impactó a Rusty la cita de Chaplin que le dedicó este guiño a su mensaje: "Sonríe y sabré que el mundo no se acaba, porque el corazón del mundo disfrutará con tu sonrisa. Sonríe y sabré el mundo es justo, generoso y honesto, porque tu sonrisa lo enternecerá y lo hará más comprensivo. Sonríe y sabré que el mundo guarda tu sonrisa en una caja de música y lo convertirá en un poema musical".
  

La ilusión de un viejo mago es la que convierte a "la niña del
del vestido blanco¨ en la bella dama que deja que se escape
a su lejano universo para vivir en su maravilloso castillo y
protegida con la luz de su propio destello. (Naturalmente,
como todo cuento, envuelto con la mejor música)

Música, ilusión y fantasía. Su combinación puede construir ese mágico cuento cuyo argumento a veces tenemos en nuestra imaginación. La magia de un cuento que, al fin y al cabo, describe los anales de la vida. Hans Christian Andersen ya decía "La vida es el más maravilloso cuento de hadas". Y lo cierto es que "la imaginación es la dueña del argumento de un cuento", como creo que "la fantasía es como un duende que dibuja a su capricho los trazos más asombrosos de un cuento". Como pienso que "con el capricho de los colores con que se pueden envolver los recuerdos de nuestro pasado se puede escribir el más hermoso de los cuentos". Aunque... ciertamente es "la música la que puede enmarcar y embellecer su fantástica creación", naturalmente sin olvidar a su protagonista "la princesa". Y sin olvidar que "sólo los magos, con sus trucos de magia, pueden hacer aparecer las princesas de cuentos".
  

En las dimensiones de lo asombroso, siempre hay un viejo
ilusionista que intenta no defraudar a "la niña del cuento",
su heroína, y que busca en sus trucos de magia convertirla
en una princesa (Fotograma de "L´illusionsit")

En resumen, la obra que contiene el blog "La música más hermosa del mundo" está llena de guiños a la fantasía y la ensoñación, a la belleza de la ilusión y a los caprichos de la imaginación. Mis álbumes son una amalgama pictórica de retazos de recuerdos o ensoñaciones, de pinceladas emotivas del alma del personaje que aparece en escena, unas veces el propio Rusty, otras la heroína que "destella" en su ilusión. Pero también envueltos de matices de turbación, perplejidad o asombro, de goces, entusiasmo o desesperación. Y, sobre todo, de la magia de una combinación extraña, caprichosa, exquisita, aunque "empalagosa", de ilusiones y desilusiones, fascinación y desencantos; unas veces desde la sugerencia de un sutil y breve cuento, el de "El cuento del viejo mago y la niña vestida de blanco", otras desde el relato que subyace o "aparece", como libreto encubierto a lo largo de todo el conjunto literario musical. Pero siempre, enmarcado y embellecido con las pinceladas, los colores y la imagen de la música. Ésta es la mejor forma de definir y describir la música, la esencia de su belleza, de su armonía, su poesía y su ensoñación.
  

"La música siempre debe llevar un mensaje, aunque
no veamos la escena que describimos con su
interpretación. Es la inspiración que nos llega de
la invisible escena que imaginamos, la que nos
devuelve la inmensidad de su contenido".

Dicho así y contando con la ilustración de referencias extraídas o sugeridas de ese álbum literario y musical, titulado, como ya se ha citado, "La música más hermosa del mundo", se alude a continuación, en la segunda parte de este ensayo, a otras citas y pensamientos que igualmente han incidido en la obra de Rusty Andecor sobre el hermoso y mágico mundo de la música. Unas, de célebres y reconocidos autores literarios, de la música o del pensamiento, otras, precisamente de este humilde autor; unas veces yo mismo, otras Rusty Andecor. Son algunas de esas citas, de esos pensamientos:
  
"Si un compositor pudiera decir lo que quiere decir con pocas palabras, no se molestaría en tratar de decirlo con música" (Mahler). "Yo no tengo palabras para decir lo que desearía, pero tampoco puedo componer la música que lo describa. Sin embargo, tengo la música que me prestan los grandes maestros del cine que escriben sus bandas sonoras". (Rusty Andecor).

La inspiración no sólo llega de la
interpretación de la partitura de la música,
sino del efluvio que produce la imaginación,
junto con el talento creativo y la pasión
por lograr la originalidad de una obra
("La femme en rouge", Giovanni Boldini)

  

Y recordando los versos de Leopoldo Lugones: "Un poco de Schumann... Y mis manos llenas de tu corazón",  Rusty  Andecor pensó en su maravillosa dimensión y reflexionó: "Cuando se ama la música, con el tiempo, llega a entenderse. Y cuando se entiende, se puede leer el mensaje que el compositor quiso escribir en ella". Luego añadió: "A veces, no hace falta leer la partitura, porque la música, su sentimiento, está en el corazón; sólo hace falta cerrar los ojos y leerla desde allí. La interpretación de esa música es la que mejor nos hace comprender el mensaje que deseamos transmitir".
   

En cuanto a cómo conseguir la fidelidad del mensaje que transmite la música y se recrea en la imaginación, desde el talento que más o menos se puede tener, con las notas y acordes que se interpretan, lo que podemos conocer como la inspiración, pienso que "Hay algo en el mensaje del piano, más allá de la misma música, que describe lo que no puede trasmitir ni siquiera un suspiro, una lágrima, una sonrisa... ni siquiera un beso de amor".

  

La inspiración se produce a través de una luz cercana que ilumina
nuestra mente y estimula la imaginación. Pero es el entusiasmo
también, el que consigue la perfección de la obra de arte, y es
el entusiasmo, el que mueve a la emoción a quien la contempla.

Por consiguiente, no olvidemos la relación que se produce entre la imaginación y la inspiración, un "efecto-causa" que nos debería llevar a la creatividad. Hace poco Rusty Andecor ilustraba en las redes a una inquieta joven, preocupada por las nuevas corrientes musicales, con esta cita suya: "La creatividad en la música llega de la inspiración del autor, pero sin olvidar, sobre todo, que emerge de la luz y el ingenio que hay en su imaginación. Digamos que ahí está el talento del artista". Sin embargo, no es únicamente la capacidad de componer una música, desde la inspiración que le lleva a escribir la obra, sino la de quien recoge el mensaje musical que le transmite el autor, capaz de componer su propio escenario creativo, una vez ha interpretado ese argumento musical que imagina.

  

Decía Rusty: "Aunque nos pongamos esas gafas
de sol de color marrón para huir de la
realidad y ensoñar con la ficción, cuando
nos disponemos a leer el libro que relata
la historia de nuestras miserias y desventura,
siempre estaremos condenados a la
posibilidad de ver la proyección de un
mensaje oculto que aparece en la pantalla
de nuestro subconsciente". ¿Y si le ponemos
música a nuestro universo privado y
engañamos así nuestro subconsciente?

Por consiguiente, es importante recordar que existe un diseño virtual de los espacios en los que la música crea ese fantástico universo secreto capaz de albergar todo un argumento de vida. El filósofo alemán Georg Wilhelm Friedrich Hegel decía "La música debe elevar el alma por encima de si misma, crear una región donde, libre de toda ansiedad, pueda refugiarse sin obstáculos en el puro sentimiento de si misma". Por tanto, es esa la región, con su forma y sus colores, la que nos va a mostrar, en la dimensión de la ensoñación, el escenario de lo mejor de nuestros recuerdos. En definitiva, y utilizando el extraordinario recurso de "la música más hermosa del mundo", conseguiremos recrear una fantástica película en la que podremos contar con un libreto íntimo y original, y cuyo argumento estará envuelta con el conjunto de toda esa música.

  

¿Y qué pasa con la necesidad y la búsqueda de la música en el silencio de nuestro universo privado? Edward Elgar dijo: "Mi idea es que hay música en el aire. La música nos rodea, el mundo está lleno de ella y cada cual simplemente toma la que necesita". John Lennon: "Vivir es fácil con los ojos cerrados". Rusty Andecor concluyó: "Cuando leemos ese libro que nos lleva a la distracción de nuestra mente y a la calma de nuestro espíritu, y cuando, después cerramos los ojos y dejamos que la imaginación escenifique nuestros sueños, entonces... lo mejor para encontrar un momento de placidez y de serena reconciliación... es elegir la música que más fácilmente entiende nuestro corazón, esa que inunda nuestro silencio y llena intensamente nuestro universo privado".

  

"Cuidado con los sueños y su hechizo, sus sirenas, que de
azules se nos visten, confortando nuestras penas, y entre
música y sus cantos, atormentan las esperas"

Y recordando aquel "universo privado", en donde la música se hace escenarios mágicos con mares de sirenas y princesas ensoñadas, me llega la nostalgia de aquellos versos que Rusty Andecor escribió una vez:

  

"Pues cuidado con los sueños

que nos cantan las sirenas,

con su encanto nos seducen

y nos gozan en la espera, 

nos adulan ruborosas

y nos miran zalameras,

nos musitan con su música

y consuelan nuestras penas".

  

Y sigue diciendo Andecor "La música envuelve la placidez y la quietud del alma, con los mensajes que transmite la poesía de sus notas y acordes. Y la emociona, y la inspira, y la conmueve". Pues no olvidemos aquello que decía: "No abandones la música, pase lo que pase, porque cada vez que te pase algo malo será el sitio en el que podrás refugiarte y olvidarte de todo". (De una secuencia de "El triunfo de un sueño")

  

En la interpretación, aquella que hacemos nosotros de la música
que nos llega del autor, influye el mensaje oculto, aunque
sugerente de esa fantasía que aparece en la escena cercana.

Y es que... "Cuando nos envuelve la trama de un libro, lo que nos relata o sugiere, cuando cerramos los ojos y escogemos la música que nos entiende, esa que nos acaricia, la imaginación hará el resto y la escena quedará plasmada en una pintura que colgaremos en la galería de nuestros sueños".

  

También Rusty decía que "Hay algo más, incluso en el mensaje de la música, cuando se interpreta al piano, que transmite el sentimiento que emana de la cercanía y la pasión de quien te está insinuando un deseo, quizá suspirando esa emoción".
  

En cuanto a la soledad recordemos aquella cita de Robert Browning: "El que escucha música siente que su soledad, de repente, se puebla", añadiendo Andecor: "La música invade nuestra soledad y la convierte en la pintura de una escena que describe una parte de la historia de nuestra vida".

Hay un halo de misterio que, en ocasiones, transmite la música
del piano, que nos cautiva y nos lleva a ese universo oculto en
nuestros sueños. Son los caprichos de las notas y acordes
los que nos pueden hacer perder la realidad para llevarnos
a ese escenario de fantasía que imaginamos.

Lo cierto es que, alejado de la realidad, en ese estado de abducción en que solía llevarme mi propia identidad, supongo que la del alma ensoñadora de Rusty Andecor, decía entonces: "El sentimiento de gozo y dicha de un estado emotivo, apenas necesita estímulo para prolongar su disfrute. Pero el drama del desencanto, de la tristeza y del desamor, no lo reparan, ni las palabras de consuelo del mejor amigo, ni el ofrecimiento animoso del más entregado cómplice. Es la música la que, a veces, alivia y serena nuestro espíritu angustiado o apenado, atormentado o desesperado. Es la música, la que en otras ocasiones, reconforta y anima nuestra alma adormecida en la melancolía de los recuerdos o en la nostalgia de la soledad".

  

Hay una poesía musical que procede de la sutileza y la magia de
ese escenario oculto que envuelve la melodía que, a veces, nos
parece llegar desde un piano que interpreta ese hada de los
sueños, que no es más... la "dama del vestido blanco"

Yo creo que la música, esa que vemos como una sinfonía de sonidos, o como un poema de breves notas, es la expresión de toda la intensidad de un sentimiento o de la la sencillez de una escena de la vida de unos personajes. Lo extraordinario (es lo que pienso yo) es que "a veces, la música tiene tanta fuerza descriptiva que el autor de la obra, o quien se inspira después en su interpretación, podría expresar en ella todo un drama literario sin escribir una sola palabra".

  

"La música es pasión, amor y nostalgia". (Richard Wagner)

   

"Dame una sinfonía de sonidos y yo buscaré su armonía, para contener la pasión que me turba el alma, para amar la desesperanza de la vida y para confortarme en la nostalgia". (Rusty Andecor)    

                        

El artista que crea una escena musical,
busca, a veces, los colores de su inspiración
en el visor de sus recuerdos y en el
horizonte de su imaginación.

Y dijo Oscar Wilde "El arte de la música es el que más cercano se halla de las lágrimas y los recuerdos". Supongo que por eso es el llanto el que se consuela en la música y son los recuerdos los que hacen aún más hermosa la música.

  

"La música da alma al universo, alas a la mente, vuelos a la imaginación, consuelo a la tristeza, y vida y alegría a todas las cosas". (Platón)
  

"La música es la pintura invisible que vemos en el lienzo de nuestra imaginación y que percibimos con los ojos del alma. Son las notas y los acordes que escuchamos, los que impregnan los colores y las formas plasmados en el cuadro en que se representa la obra musical". (Rusty Andecor). "Los colores y aromas, sus matices y formas, los que dibujan la música, definen el argumento y los detalles del guión del cuadro musical". No olvidemos que, como decía Eugène Delacroix, "la música es la voluptuosidad de la imaginación".

  

Robert Schumann dijo: "Nada bien hecho se puede lograr en una obra de arte sin entusiasmo" y "Enviar luz al corazón del hombre, ese es el deber de un artista". Por ello, y como yo he dicho siempre: "La música debe estar creada con entusiasmo y la luz de su obra debe llegar a quien la escucha, para que éste también se sienta inspirado y entusiasmado por su significado".

Lo más recóndito de nuestra imaginación, lo más
abstracto de nuestros sentimientos, sólo lo puede
expresar el arte de la música.

"Por la música que aman conoceréis la textura de su alma" (Anónimo). Y es que... "Solo la música describirá lo más abstracto de nuestros sentimientos y sólo ella penetrará en los secretos del alma" (Rusty Andecor). Y ello, porque como decía Aldous Huxley "Después del silencio, lo que más se acerca a lo inexpresable es la música".

  

"La música, además de su belleza, su estética, su armonía, es el alimento del "visor de antigüedades", desde donde rebobinamos los recuerdos y visionamos el escenario de nuestra imaginación". (Rusty Andecor).

  

¡Y qué sería un mundo sin música! ¡Qué seria de nuestra fantasía y de nuestra creatividad sin música!

  

"Un mundo sin música es como un día sin luz. Y es que la música es tan esencial para hacer funcionar el teatro de la imaginación  como la luz es imprescindible para la vida que el día nos ofrece". (Rusty Andecor)

"La música no se ve, pero vemos a través de la música". Cuando
interpretamos esa música y cerramos los ojos, podemos imaginar
el escenario que  nos describe la melodía. Cuando la escuchamos,
podemos contemplar el guión que imaginamos".

En cuanto a "la invisibilidad de la música y la visibilidad de su escenario imaginario", e incluso a la "la poesía que se desprende de la luz y de los colores de un fragmento musical", no hay que olvidar que "la música es un poema sin palabras y sin imágenes, pero ambas están en la ilusión que se compone en los versos del corazón".

  

Y es que... "escuchando la poesía que hay en esa "música tan hermosa", en sus notas y cadencias, y haciéndole un guiño de ilusión mientras viajas por el mar de la fantasía, podrás encontrar el alma de una pintura empapada en la magia de los sueños, esa que te ayudará a escapar de la cruda y perversa realidad, que te reconfortará el espíritu, el que a veces sigue encerrado en nuestra mente, ocupada y obsesionada con el disfrute de nuestro egoísmo y de nuestra frivolidad, aunque, en el fondo, bien sabemos que lo único que anhelamos es conseguir la felicidad".

  
Decía Alejandro Sanz de la música en la letra de su canción "La música no se toca":

  

La música es tan esencial para hacer funcionar el teatro de la
imaginación como imprescindibles son las formas y colores que
se recrean en la escena de su interpretación, pues alimentan
aún más nuestra fantasía ("String Quartet", de Michael Bush)

"Quedará la música cuando no estemos.  

Quedará la música en su inmensidad.  

Quedará la música... como un despertar.  

Quedará la música... cuando no haya a quien amar".

  

Rusty Andecor añadía también:

  

"La música no se ve, pero vemos a través de la música que escuchamos desde el escenario que nos crea.

  

La música no se toca, pero a veces podemos tocar las secuencias de la vida y los colores que hay en su escenario".

  

"La música nos abre las puertas

del teatro de la imaginación.

Nos inspira con la fantasía de su magia,

combinando nuestros recuerdos

con el juego de la ilusión"

  

Siempre hay un cuadro y una escena en la magia de nuestra fantasía.
Ponemos formas y colores, pero también nostalgia de recuerdos,
aquellos que imaginamos haber vivido allí, entre bullicios y luces, y
quizá en algún asombroso y lejano lugar.
("April in Paris", painted by Jeff Wowland)

Música y colores en el universo de la imaginación. Y es que, después de escuchar "la música más hermosa del mundo", cuando llegué a quedarme absorto y extasiado con su poesía, un día me di cuenta que la música me llevaba a una dimensión de colores solo visibles en la imaginación. Y compuse este poema. O quizá fue Rusty Andecor quien lo escribió desde su lejano universo:
  

"Cuando me oculto en el universo de la ilusión,

viajo muy lejos, en el tren del silencio,

en mi equipaje van mis recuerdos

y los colores de la imaginación.

  

Cuando despierto, busco la escena,

elijo el violín, el teclado y el cello;

es el comienzo y suena la música,

todo está listo y se abre el telón".

Enmarqué la ensoñación de aquella escena, ella al piano, él con su
violín, con la sonrisa que percibí en la música que interpretaban.
Intenté que al encanto no se perdiera, mas luego la sonrisa se
desvaneció. Sin embargo, el diálogo de la "canción de primavera",
aunque triste, consiguió recuperar el bálsamo para un alma
que sufría la oscuridad de la desesperación. (Clic en título)

Por cierto, que según decía Neville Goddard, "La imaginación crea la realidad". A lo que añadía Andecor: "Y aunque la imaginación distorsiona la realidad, en cambio tiene el poder de recrear la genialidad".   Sobre ese escenario de formas y colores que inspiraba la poesía de Rusty en su duende de magia y fantasía, decía:

  
"Dame un pincel

y te daré formas y colores;

dame un violín

y endulzaré tu vida de mil sones".

  

Y ensoñaba después: 
  
"Dame un recuerdo y tu llanto,

deja que vea tu sonrisa

y tu mirada de amor.

Yo pintaré con colores,

haré que suene la música

con la caricia de tu canción".
  

Es la ensoñación que nos llega de "Theme from Schindler´s
List, de John Williams, que interpreta un solo de violín y
que nos lleva a refugiarnos en la caricia del mensaje de la
música de un recuerdo del pasado y a entregarnos a la
dulce nostalgia de la escena de un cuento, pero también
 es la evocación a la eterna esperanza de un soñador.
(Painting by Anna Razumovskaya)

Pues...
  

"La música nos abre las puertas

del teatro de la imaginación.

Nos inspira con la fantasía de su magia,

juntando nuestros recuerdos

con el juego de la ilusión"

  

Y es que... Hay que soñar con la música, hay que recrearse en las escenas de nuestro "visor de antigüedades", porque hay que dibujar el escenario de nuestras ilusiones.

  

Además, la música es necesaria como recurso para evocar el viaje de nuestra vida, especialmente en esa etapa que nos queda por recorrer ya en la plenitud de la "la última primavera" de la vida. Pues decía Rusty Andecor: "Durante nuestra vida, hacemos un corto o largo viaje, a un destino... quizá desconocido. Jóvenes y adultos, sin equipaje o con él, esperanzados, o con las ilusiones perdidas. Pero cuando pensamos que nuestro viaje ya termina, echamos de menos todo lo que quedamos atrás: los recuerdos, las personas que no queremos perder, el mundo material que tanto nos gratifica".

  

Siempre he pensado que no hay nada mejor para esa
última etapa del viaje que llevar la mejor compañía,
quizá esa reconciliación que casi todos deseamos en
nuestro corazón. Es lo que podemos guardar en ese
equipaje, en común con quien nos ha de reconfortar.
Sin olvidar un hueco suficiente para llevar hacia
ese infinito y a su eternidad... ESA BELLA MÚSICA

Y en ese viaje que emprendemos, en esa etapa ya en "el otoño de la vida", hay algo muy especial que desearíamos llevar unido a nuestros recuerdos, quizá en ese "equipaje de mano" que llevamos dentro de nosotros y que luego quedamos muy guardado en el corazón: Es la música. Y no hace falta que carguemos con toda ella; sólo necesitamos llevar la que nos une a esos recuerdos, es la que yo llamo "La música más hermosa del mundo".

  

Lo que es evidente es que "el tiempo transcurre y las escenas de la vida pasan, algunas dejan marcas imborrables; incluso hay escenas que determinan destinos inmutables. Es la música, la que las envuelve de aromas y colores, de nostalgias y recuerdos con sabores".

  

Lo cierto es que fueron muchos los temas musicales los que dieron significado al argumento y libreto de aquella obra literario musical que definió mi particular interpretación de la música de cine, las que pusieron el mensaje en cada parte del guión encubierto de la crónica y del álbum. Temas que pretendían evocar el viaje de nuestra vida y de los escenarios de algunos de sus recuerdos. Temas como "Affair to Remember / Unchained Melody / Love is a Many-Spledored Things", de Ernesto Cortázar. "Spring Waltz", una bella pieza de Brian Crain que interpreta el piano y el cello y cuya referencia y descripción ilustran el escenario de un viejo cuento con dos personajes que siempre aparecen en el libreto del álbum. O "Cinema Paradiso", cuyo "Love Theme" en versión de William Joseph, con las imágenes editadas por este autor y que recopilan fotogramas de escenas de algunos filmes del álbum, sugirieron o significaron más de un mensaje que daba argumento y guión a la obra aludida en este homenaje.

  

"La música más hermosa del mundo" es la que interpreta la musa de
mi inspiración a través de ese escenario fantástico que me ofrece el
paso del tiempo y desde los azules del libreto de mi cuento.

Citamos algunos de los pensamientos que iniciaban o ponían fin a alguna de aquellas partes del guión encubierto:

  

"Debemos sonreír al mundo,  pero desde el corazón, aunque lo veamos tenebroso e indiferente, desde la reconciliación del alma, aunque sintamos su desprecio o su odio, porque así podremos seducirle y tal vez -sólo tal vez- el mundo nos sonreirá también y sentiremos la caricia de su música".

  

"Debemos agradecer nuestros sueños, porque con la búsqueda del ansiado "deseo cumplido" y con el que, desde la fantasía y la música de los recuerdos pintamos nuestro prodigioso circo o nuestro mágico café, conseguimos recuperar la ilusión perdida a causa de nuestras frustraciones y desencantos. Porque, no importa que escapemos de la cruda realidad; solo importa la calma para reconfortar nuestro espíritu, el que sigue encerrado en nuestra mente ocupada y obsesionada solo con llegar al anhelo y a la ambición de esa felicidad".
  

El teatro de nuestra imaginación, ese que aparece en esa dimensión
reservada solo a nuestras ilusioes, es el que fusiona con la magia
de la música la pintura de los recuerdos del pasado, las escenas
del presente y los recuerdos del futuro (Painting by Michael Cheval)

"Hay una música que nos trae recuerdos del pasado.

Y hay otra música que nos recrea el presente.

Pero también hay una música que nos lleva

a los recuerdos del futuro".

  

"Todo ello representa el teatro de nuestra imaginación

y sus escenas son las que buscamos

en esa dimensión reservada, solo a nuestra ilusiones".

  

"Los recuerdos del futuro son pinturas

que describen esas ilusiones,

con sus formas y colores.

El tema de su lienzo sale de la inspiración de nuestra alma ensoñadora.

Y la música que describe el cuadro es la que vemos en aquella imagen

que deseamos encontrar o recuperar en el goce de nuestro mundo esperanzador".

  

En cuanto a ese color y el capricho de su forma, lo que pone la música en el sentimiento... Rusty Andecor decía "Cuando escuchamos la música, no importa desde donde venga su sonido, nos sentimos identificados con su mensaje. Y de la melodía que nos llega, no importa el color de su sentimiento, es el universo mágico que envuelve nuestros recuerdos, y según nos adentramos en su trama, el que nos hace soñar".

  

Es una  visión figurativa de una de esas escenas de mi
ensoñación en la que se mezclan la fantasís de mis
relatos y las imágenes que surgen en esos sueños.
Siempre hubo una fusión entre la música, la pintura
y la fantasía. (Es una pintura de Marielle Van Dijk)

“La música es un canto idílico al paso del tiempo y a los recuerdos”,

  

Y también tengo claro que...

  

“La música es un poema, a veces sinfónico, recreado para esos otros recuerdos que hemos querido sentir en ese escenario futuro y que aún añoramos vivir”.
  
Rusty Andecor, desde el teatro de sus ensoñaciones y el universo de su fantasía, decía al final de su álbum literario musical:

"La poesía de la música nos lleva, en ocasiones, a soñar con la magia de ese escenario de ilusión y fantasía. Es un escenario que solo encontramos en la intimidad de nuestra secreta dimensión". Luego, encontraba esta inspiración poética:
  

"Desde la anarquía de mi ensoñación... y aquellas musas que habita
el alma, desde las notas de un acordeón y la lectura de aquella
ondina... surge en mi mente la inspiración (Cuadro original de la
pingofz d ilustradora danesa Gerda Wegener)

"Desde la anarquía de mi ensoñación

y de la fuente de aquella música,

desde la musa que habita el alma,

surge en mi mente la inspiración.

  

La inspiración que traen las notas y los acordes

desde aquel piano y la melodía de los violines,

de una guitarra, del violoncello y el clarinete

y de la flauta y la musiquilla del acordeón.

  

Todo aparece entre las notas de mi libreto,

en los apuntes de los subtextos

bajo una imagen que me sugiere

y lo que veo en mi imaginación".
  

Y si "La imaginación es el ojo del alma" (Joseph Joubert) y "La imaginación es la voz del atrevimiento" (Henry Miller), tendría que pensar y entender que “La imaginación nos hace ver lo que ensoñamos, como también nos impulsa a escenificar lo inesperado y lo inatrevido" (Rusty Andecor).

  

La excelencia de la música, la que inunda esa dimensión de los
sueños más lejanos de la la realidad, pero más cercanos del alma,
es como una hermosa dama que nos espera ahí en su paraíso de
fantasías para ofrecernos la sensación real del gran teatro de la
imaginación. Nos sentimos deslumbrados por su belleza y ante su
recibimiento  y, así turbados, nos inclinamos ante su tentadora
generosidad (Pintura "Act I", de Michael Chavel.

Y si, como dijo Gustavo Adolfo Bécquer, "El que tiene imaginación , con qué facilidad saca de las nada un mundo", creo que “El que escucha la música y la envuelve alrededor de su fantasía, consigue la mejor inspiración para la creación de los argumentos y guiones del teatro de su imaginación”.

  

Nos preguntamos también... ¿de dónde viene la magia de la música y cómo se transmite su mensaje? Rusty decía: "La música nos llega, no importa cuándo o de dónde; y cuando estamos inspirados, en un sentimiento o en la ficción de una escena que imaginamos, nos sentimos identificados con su mensaje y nos adentramos en su trama, con la que, algunas veces, ...ensoñamos".
  

Hay una introducción en uno de los últimos capítulos de mi crónica que contiene ese blog sobre "la música bella", como la llamo también en mi ensayo. No importa hacer más extenso mi homenaje a lo que tampoco dudé en llamar "la música de lujo" o -como decía Rusty- "la música de la ensoñación". Importaba mi exaltación y enaltecimiento hacia su poesía y hacia su capacidad de ensoñación. Así pues, y para concluir con todas sus perspectivas, extraigo esa parte de la introducción y en la que Rusty Andecor decía:

  

Mi inspiración suele llevarme hasta esa dama, allá
en lo más alto de mis sueños. Siempre tengo cerca
ese mago en forma de paje que le lleva mi mensaje
y con el que le ofrece compartir los colores de la
ilusión y los aromas de la música del alma.
("The Little Princess", de Michael Chavel)

"Me olvidé decir que esto de la "La música más hermosa del mundo" era... algo así como una historia musical, quizá en clave de cuento, aunque eso sí, también con una dosis de crónica de cine, pero que yo escribí para quienes, como yo, se dejan cautivar por su propia magia y les encanta la ensoñación. Por ello y para que el profano en mi creación literaria, el que visite este blog, entienda el sentido o el color que yo le doy a la que yo llamo la música noble y bella, es para lo que quiero dejarle este pensamiento:

  

Yo creo que hay un universo, más allá de nuestros espacios convencionales, en el que a veces necesitamos, guarecernos de las inclemencias de la incomprensión, de la mentira y del desencanto, pero también de la soledad más gélida. Estoy convencido que ese universo está en la luz de nuestra inspiración, la que nos abre las puertas del alma y nos ofrece el gran teatro de la imaginación. Y creo que esa dimensión debe estar llena de música, con sus colores y aromas. Como creo igualmente que esa música es la que debe fundirse en nuestros sentimientos, en nuestros recuerdos, en nuestras ilusiones, esas que llevamos allí para buscar nuestra propia reconciliación. Y creo que esa música nos debe acompañar siempre"

  

Desde ese marco casi difuminado que nos trae la música , nos llega
la inspiración para recrear nuestro propio escenario imaginativo.

¿Y los sueños...? Pues es ahí... en donde está la clave. -seguí diciendo Andecor, y añadía:
  

"Nunca dejes de poner música en los sueños,

aunque los sueños no se cumplan,

pues el escenario que aparece,

mientras soñamos,

nos inspira en la música del alma,

y la pintura que nos sugiere,

alienta nuestra esperanza

y la ilusión en la vida".

  

Aquella parte de la crónica sobre "la música bella" terminaba así:

  

La música es también la vehemencia, la pasión y el delirio, desde
la interpretación de la partitura hasta la turbación del alma,
cuando su expresión consigue penetrar en ella toda la fuerza de
los sentimientos. Y es el mejor pasaje y el mejor transporte
para llegar, en la mejor inspiración, al universo de los sueños.

Por lo demás, y ya para terminar, sepamos que... "cuando se ama la música, con el tiempo llega a entenderse. Y cuando se entiende, se puede leer el mensaje que el compositor quiso escribir en ella. Y cuando se lee este mensaje, entonces nos podemos inspirar en él. Y con su inspiración, podremos componer nuestros propios sueños".

  

Pero, sobre todo... "cuando se comparte esa inspiración... quizá podremos compartir la recreación de nuestros sueños". Del genial músico John Lennon, recuerdo aquella cita suya: "Un sueño que sueñas solo es sólo un sueño. Un sueño que sueñas con alguien es una realidad". Por eso, yo Rusty Andecor, en un alarde de complicidad con Lennon, el eterno soñador, añadí: "Los mejores sueños son los que se comparten, los que se recrean con los colores y el aroma, en armonía y en los colores de la música del corazón".
  

En los espacios que tenemos reservados para nuestra fantasía,
siempre hay una "dama vestida de blanco". Quizá es la eterna
escena que alimenta nuestros sueños y que aparece en los
azules del mensaje de la música. Su melodía es la que nos
recrea la película cuya trama tal vez extraemos de los
mejor de nuestros recuerdos.

Tampoco quería olvidarme de esos espacios que deseamos reservar para el futuro y que queremos adornar con las "pinturas de la música" que más nos identifican. Anatole France, el escritor francés, galardonado como nobel de literatura, dijo: “El porvenir es un lugar cómodo para colocar los sueños”. Por eso, Rusty Andecor dedujo de esta genial frase, y así pienso yo, que "Siempre hay un hueco, en ese escenario futuro que añoramos vivir, para poner la sucesión de los instantes que anhelamos recuperar del porvenir, y para recrear en él, la pintura de la música que describe nuestros sueños". Porque... "Es fácil dejarse llevar por la ilusión del mañana, por la escenografía de los sueños, como también es fácil entregarse a "los recuerdos felices del futuro".

  

A veces, de la música sólo es preciso que suene en el alma, en el
teatro de nuestra imaginación, con la visión ensoñadora de la
musa de nuestra propia inspiración. (Representación onírica
de "el ángel de la música y las flores", autor desconocido)

Y ya que estamos refiriéndonos a la música, dejamos estos "bises" como colofón de este ensayo literario-musical, como conclusión del homenaje. Puede que algunas de estas citas o de las que anteceden se reiteren, y no importa pues será la prueba de que su mensaje refuerza más ese fondo reflexivo de mi crónica y los matices conceptuales de la esencia de la música. Además, bordeaban, e incluso adornaban, el subtexto de algunas de las imágenes que ilustraban los capítulos del blog de "la música bella". Éstas son algunas de ellas:

  

"La música fluye, a veces, desde los confines de la imaginación y son los iconos musicales que guardamos en nuestro archivo mental, los que nos llevan a la evocación de nuestra película de recuerdos".

Los 15 álbumes musicales de aquella obra literaria
con su libreto oculto y su crónica ausente, encubrían
una dama que nunca mostraba su rostro. Sólo su
música la delataba. Sólo "el cello de su corazón"
nos revelaba su identidad. Rusty Andecor siempre
supo que era "La dama del vestido blanco"

"La música debería vivir en nuestra imaginación, si es que necesitamos recrear escenarios dentro del universo de nuestra fantasía".

  

"La inspiración del álbum "La música más hermosa del mundo" fue llegando, pieza a pieza, desde la anarquía de mi ensoñación, sin una relación de orden escénico, ni en el libreto, ni en la música. Sólo supe que me dejé llevar por el hada que habita en mis sueños, intercalando a veces fragmentos de música extraídos de la intimidad de un mágico violín o de un melancólico cello".

  

"La composición original de una banda sonora da carácter y argumento al film para el que se creó su música. Pero es nuestra propia inspiración, la que ha de servir para poner la banda sonora del guión de nuestra vida y de sus sueños".

  

"Hay una percepción subliminal que nos acerca un mensaje estético y musical, y es un mensaje que necesitamos para recrear el escenario enmarcado desde nuestra inquietud artística y literaria".

  

"La música es el mejor pasaje y un transporte eficaz para llegar,
en la mejor inspiración, al universo de los sueños".
"El autor se inspira y crea la música, la partitura es interpretada
por el piano y su mensaje se transmite a quien la escucha, éste lo
recibe y lo visiona en su propio universo; finalmente hace su
particular interpretación del argumento musical y se inspira para
componer el guión de su escenario".

"La música, en su más alto grado de expresión artística, es la vehemencia, la pasión y el delirio, desde la interpretación de la partitura hasta la turbación del alma, cuando esa transmisión consigue inundarnos de la poesía de su mensaje musical y envolvernos con la fuerza de los sentimientos".

  

Lo cierto es que, y estoy convencido de ellos, lo dije al final de mi trabajo en junio de 2017, o quizá lo dijo Rusty Andecor, "si no hubiera música habría que inventarla; pues por la misma razón que ni no hubiera poesía, ni existiera literatura, igualmente tendríamos que crearla". Pues fue la joven cantante Taylor Swift quien dijo "Las personas no siempre han estado allí para mí, en cambio la música sí", como si no concibiera el mundo sin música como si fuera más importante que la aparición de las personas que esperas. Incluso, el físico Albert Einstein añadía "... a menudo pienso en música, vivo mis ensueños en música, veo mi vida en términos de música". Y es que... ciertamente, a veces la música no hace falta que suene a través delos decibelios que mide el sonjido solo es preciso que suene en el alma, en el teatro de nuestra imaginación, como sonaba en los pensamientos de Einstein.

  

"Tristeza... su música tan bella y sugerente, me alboroza
y me llena en mis oídos, y me turba los secretos de mi
mente (Painted by Chen Xin Lun)

El final de este ensayo literario sobre "la música bella" lo ponen estos sencillos y espontáneos, burdos y deslavazados, "cursis y empalagosos" versos, que con  el título de "La tristeza y la música del alma" y dedicados a tal sentimiento y su alivio musical, compuse no hace mucho y al final de mi obra, para cerrar mi crónica y su blog, aunque bajo esa autoría que... tal vez y de forma encubierta me identifica:

   

"Tristeza,

tú me embriagas y me turbas con tu hechizo

y desgarras con tu espada mis sentidos,

y acaricias con tu sombra mi amargura,

pero alivias el compás de mis sentidos.

  

Tristeza,

"La música es la brisa, es el llanto y la sonrisa de ese espíritu
que penetra en nuestra vida y la convierte en una hermosa
nostalgia" (Pintor desconocido)

me la ofreces con la flor de una sonrisa,

me regalas los colores del olvido,

y acaricias mi semblante con tu brisa

y su música, tan bella, y sugerente,

me alboroza y me llena en mis oídos".

  

Rusty Andecor terminó confesando: "Hace tiempo que supe que la tristeza "no es tan triste", ni es tan sombría, ni tan gélida, porque la envuelve la calidez de la música y la luz de la soledad. La tristeza es inquietante y turbadora, amarga y cruel, pero puedo encontrar en ella su consuelo, el de su caricia en el alma, el de su abrazo en los recuerdos, los que mitigan el desencanto del olvido. Y en esa caricia, y en ese abrazo, nunca está ausente la música".  

Una obra musical extraída del violín, el piano y el cello siempre
tiene los mejores ingredientes para recrear un bello sueño.
(Painted by Clyde Steadman)

Bulwer Lytton, el poeta y novelista inglés, decía: "La música, una vez admitida en el alma, se convierte en una especie de espíritu, y nunca muere". Y yo estoy convencido de ello; creo que "La música es la brisa y la sonrisa de ese espíritu que penetra en nuestra vida y la convierte en una hermosa nostalgia".

Son los últimos versos de Andecor:

  

"Comienza a hacer sonar tu cello

y sabré que es el suspiro de una mujer.

  

Empieza a rasgar sus cuerdas y escucharé la dulzura de su voz.

  

Haz gemir su música y sabré que es su llanto entrecortado"

Ángel González "Rusty Andecor"