Escenarios pictóricos de la celebración del beso |
Alguna vez dije: “No sólo los músicos ensalzan las virtudes de la música, también
la pluma de quienes escriben, aunque sea en el mágico lienzo de la imaginación,
se dejan seducir por su inspiración y por la pasión de sus sueños”. Pero… ¿saben ustedes, amigos míos? A veces es la magia del beso, lo que inspira la escena que
recrea la música. Quizá la música también inspira el beso y todo “aquello” que
nos hizo soñar con su fascinación.
El vídeo que reproduce el enlace del
título del tema, el que yo mismo edité ya hace años, me llegó de la inspiración
de una composición de John Foster y desde una versión que
interpretaba la “101 Strings Orchestra”. Fue uno de los temas de la
última parte de la galería literario-musical del álbum “La música más
hermosa del mundo”. El tema se titula “Comenzamos a amarnos con
un beso”. Y el vídeo extrae de una parte de los libretos con los que yo
intentaba describir, aunque muy tímidamente, una historia encubierta en torno a
ese mágico inicio del romance y que celebraba el ritual romántico de un beso.
En fin…Ya saben. Las historias de amor casi siempre comienzan con un beso. Comienzan con un beso que los enamorados festejan desde lo más profundo del corazón. Pero a veces, el milagro de ese momento consiste en solo un emocionado suspiro, y que no deja de ser un beso que exhala el alma del enamorado. Alguna vez, sólo es una turbación, un sobresalto. Y puede que esa inquietud, ese trastorno del espíritu, quizá no sea más que un invisible e intangible beso que se desprende, sin que nos demos cuenta, desde nuestro corazón aturdido, pero emocionado por el sentimiento que nos conmueve.
Lo cierto es que unas veces, ese beso se celebra en el marco de algún lugar romántico, o se goza en el recogimiento de un rincón perdido, en nuestra intimidad. A veces, bajo la farola de aquel puente de los sueños, o entre las sombras de una oscura calle, o en atardecer en un parque. O puede que en la terraza de ese bar nostálgico. O quizá en la despedida que compartimos... con ella… o con él. Pero hay veces que no existe un beso real, y sólo se vislumbra sumergido en el escenario de nuestra imaginación, que luego se desvanece. Aún así, tras ese beso ensoñado puede aparecer la magia de todo un romance.
El vídeo es un homenaje al beso,
ilustrado en imágenes, como una sublimación del sentimiento del amor, y tal vez
basado en los escenarios que yo dibujé en algunos de los libretos que escribí
en el pasado en ese blog al que hago referencia, escenarios que dejaron entrever y sugerir algo más que una ficción.
Lo cierto es que este artículo que publiqué hace poco en la red Facebook, dedicaba el vídeo a quienes guardan, muy oculto, en lo más profundo de su corazón, aquel ya lejano
beso, con el que celebraron su romance, o simplemente lo soñaron.
Ángel González "Rusty Andecor"
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